Paisaje de la Sierra Maestra. Fotos de Johnny Peña
Ayer Dianet Doimeadios publicó en su blog un texto relacionado con nuestro viaje al Turquino, bajo el título de Esto no es noticia. El colega Juan Pablo Carreras señaló puntos bien interesantes que me motivaron a responder su comentario en ese post, pues comparto algunas de sus opiniones y discrepo en otras; sin embargo la respuesta se hizo tan larga que preferí publicarla aquí. Les sugiero leer el post de Dianet primero.
Este es el comentario de Juan Pablo:
Estoy totalmente de acuerdo contigo cuando lamentas que la convocatoria que los lanzó al Turquino no se haya convertido en noticia. Lo que no comparto es que culpes a El Nuevo Herald ni los medios “nacionales” cubanos por no hablar de la iniciativa.
Primero, desde chiquito conocí un viejo refrán que asegura no poder exigirle peras al olmo, que es más o menos lo mismo que pedirle aceite a un ladrillo, por lo que sería iluso pensar que el Herald les dedicara espacio.
Segundo, no se hasta donde fueron convocados lo medios “nacionales” cubanos para la cobertura de prensa del acontecimiento… trabajo en uno de ellos, y en mi caso personal siempre hice patente mi disposición de llegar junto a ustedes a la cima de Cuba, pero jamás fui llamado a las filas de la expedición por parte de sus organizadores. Aunque la convocatoria haya surgido desde la redes sociales fueron excluyentes en la participación, aunque paradójicamente se arrogaron el derecho de utilizar un hashtag tan incluyente y particiativo como #blogueros, twiteros y feisbuceros de Cuba.
Por último, y es lo que no logro entender… ¿cómo pasó tan desapercibido un hecho en el que la mayoría de sus participantes son profesionales jóvenes y activos de la prensa cubana? Salvo TRES o CUATRO fotos que ví en Facebook y DOS crónicas que pude leer, no encontré más información del hecho. ¿Qué pasó entonces? ¿Por qué tanto silencio? Si todos los partícipes fueron los blogueros, twiteros y feisbuceros de Cuba, ¿dónde están esas páginas personales que recogieron la aventura de llegar al Pico Turquino? ¿dónde está el grupo creado en Facebook para la ocasión, que agrupara en un mismo sitio, como crónica colectiva, todas las historia personales que fenecieron dispersas por sí solas?
Algo me dice que no utilizaron muy bien las armas que empuñan día a día en el ejercicio del periodismo, así como tampoco supieron ser efectivos con las herramientas on-line que brindan las redes sociales. Una miradita hacia dentro no vendría mal, tal vez entonces entiendas por qué un noble empeño terminó aplastado por el peso del silencio… y el Pico Turquino seguirá estando ahí!!!
Mi respuesta:
Rodolfo (izquierda) y Camilo en la cima del Turquino
Tienes razón Juan Pablo, todo pudo haberse hecho mejor, sin embargo “las cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo para que lo vea a uno pasar”. La mayor satisfacción fue poder hacerlo, dar un pasito más para unir a tanta gente que hoy hace cosas por Cuba desde rincones tan distantes como Fomento, Guanabacoa y Holguín y que no se conoce verdaderamente, porque aceptar amigos en Facebook o seguir a alguien en Twitter no siempre es sinónimo de entablar verdadera amistad. Esa fue siempre la premisa de este viaje cuya convocatoria estuvo en Twitter y en Facebook y si no fueron más personas es porque en apenas dos días ya éramos 40 de todo el país y una lista de espera, dispuestos a viajar con medios propios solo para encontrarnos y subir juntos al punto más alto de Cuba.
No hubo invitaciones especiales para ningún medio o bloguero, feisbucero o twitero, no se trataba de convocar, sino de sumarse, porque no había transporte asegurado u hospedaje de calidad, era una aventura de principio a fin y esas cosas se aceptan de corazón o no se hacen. Hubo personas que se entusiasmaron con la idea y al conocer las condiciones dijeron que no iban a participar; lamentablemente no todos hacen lo que Rodolfo (Letra Joven) y su amigo Camilo, pagar 200 pesos para ir incómodos y mojándose en un camión de la Habana a Santiago de Cuba; o lo que hicieron Betsy (De donde crece la Palma) y Arnaldo (Revolución); que casi se fueron de regreso a Matanzas en botella. Para suerte nuestra fueron más los dispuestos a hacer el viaje, pero el campismo tiene capacidad limitada y para nosotros 40 fue el número y la lista de los fallos la alternativa, afortunadamente nadie se puso bravo por estar en ella. Apostamos por gente de diferentes partes del país y no por la fama de los blogs, antigüedad o juventud; así logramos un grupo con personas de Matanzas, La Habana, Sancti Spíritus, Camagüey, Las Tunas, Santiago y Holguín, de edades diversas, con blogs más o menos conocidos y quizá por eso nos entusiasmamos y hablamos de blogueros de Cuba, cuando en realidad eran solo unas cuántas provincias. (más…)
Read Full Post »