En la tarde, gracias a amigos de Facebook y Twitter, conocí de la noticia. Rápidamente busqué y encontré la ratificación en este enlace: René González recibió autorización para viajar a Cuba a visitar a su hermano gravemente enfermo.
Compartí mi alegría con otras personas, gente que sé sienten como si fuera algo personal, cada cosa que sucede con Los Cinco, es una victoria de todos ellos, del movimiento de solidaridad en general; una victoria pequeña, pero que da aliento para continuar en la batalla.
A René se le imponen varias condiciones para viajar, debe solicitar algunos permisos y mantener contacto con su oficial probatorio, facilitándole itinerarios, lugares y números de localización, etc. Esperemos que tales condiciones no se conviertan en trabas que dificulten, una vez más, el tan añorado encuentro con ese hermano que no es solo de sangre, sino un gran compañero de lucha.
Para los que apoyamos la causa de estos cinco hombres que protegían a Cuba de acciones terroristas engendradas en Estados Unidos, es una alegría esta nueva, pero no podemos dejarnos engañar: pasados 15 días René debe volver a Estados Unidos; por lo que no es momento de sentarse a descansar, sino de continuar y terminar definitivamente con este sinsentido que se extiende a las condenas impuestas a Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando.
Por lo pronto esperemos que el papeleo solicitado se resuelva cuanto antes, y el anhelado viaje se produzca a tiempo. No será solo el encuentro entre hermanos, sino al menos por unos días el encuentro con la Patria añorada y la esposa, esa mujer a la cual desde hace trece años no puede darle un abrazo.
Estoy inmensamente feliz por la oportunidad que tendrá René aunque no dejo de sospechar de quienes aún deben dar los permisos que necesita… Aún así la alegría es enorme sobre todo cuando la compartimos con los amigos.
Sospechar de quienes aun deben dar los permisos que necesita…… Esa situacion la ven cuando el caso es a la inversa,cuando se trata de un espia al servicio de vuestro regimen;que diremos nosotros que sin cometer ningun crimen tenemos que esperar por la «buena voluntad» de personal adiestrado en odios y represalias para el otorgamiento del permiso para entrar a nuestro propio pais a visitar nuestras familias??? Hacer una serie de tramites para sacar el odioso pasaporte cubano,por el cual hay que pagar un costo ridiculamente alto,por el capricho y por el odio que destilan hacia nosotros esos que se creen duenios de la nacion,que tambien es nuestra. Luego repiten hasta cansarse que no somos exiliados,sino emigrantes como cualquier otro latinoamericano. Si esto fuera asi,podriamos entrar a nuestra patria con cualquier pasaporte,se nos trataria en los aeropuertos con el mismo respeto que se le ofrece al resto de los visitantes,se nos ofrecieran servicios consulares en cualquier parte del mundo que incluyen hasta representacion legal ante autoridades de otros estados,y nada de eso ocurre con nosotros los que vivimos fuera de Cuba. En los centro de Rentacar tienen orientado darnos a nosotros los carros mas viejos y malos que tengan disponibles y los precios mas caros,no asi con cualquier otro extranjero,y eso como se llama??? ODIO a los que abandonan el paraiso castrista ejerciendo un derecho soberano que no debe ser concedido por nadie y respetado por todos. Ahora, cuando uno de sus sicarios esta en problemas, entonces de una forma insolente apelan a derechos que nunca nadie pide con tanta vehemencia para sus conciudadanos que viven fuera. Por eso es nuestra falta de solidaridad con los espias y nuestra insencibilidad con su problema familiar. Cuantas veces hemos tenidos casos graves en nuestras familias y los funsionarios de la seccion de inetreses de Cuba(castrista) en USA se muestran tan indiferentes,tan complacidos con nuestro dolor y frustracion,que entonces el que salio de Cuba por problemas economicos,ya se convierte en fiel odiador del repugnante regimen……………Saludos Karina
Gracias Chely y Paco por comentar el post. Creo que en lugar de multiplicar los odios, deberíamos abrir paso al amor. Al igual que usted, Paco, no estoy de acuerdo con las políticas migratorias actuales, al menos en lo que conozco, pues no tengo las vivencias de usted y eso siempre limita un poco la comprensión. Sin embargo, le invito a mirar el caso de los Cinco desde otra óptica, desde la de cinco hombres que evitaban que ocurrieran en Cuba, su país, donde probablemente tiene amigos y familia, atentados como los de la Coubre o los hoteles en la Habana, hechos que costaron la vida a gente que probablemente ni se molestaba en saber de política. Véalo desde la óptica de personas que llevan 13 años presos, y en ese tiempo algunos de ellos no han visto a sus esposas (René y Gerardo). No creo que sea usted de las personas que habiendo sufrido en carne propia los absurdos de la generalización del odio, se convierta en multiplicador del mismo porque sí, solo por no brindar solidaridad a alguien que antes de representar a un gobierno, antes de ser incluso un representante de su propio pueblo, es primeramente, un ser humano.
Saludos
Karina